El internet fue uno de esos inventos que cambio para siempre la historia de la humanidad. Gracias a él, podemos comunicarnos de formas que antes ni imaginábamos, además de permitirnos desbloquear un universo de oportunidades infinitas. Muchas de estas oportunidades tienen que ver con el área de los negocios, las transacciones y el flujo del dinero en general, por lo tanto, aunque es un mundo de posibilidades enorme, de igual forma abundan los peligros.
Uno de los peligros más viejos y notorios que podemos encontrar en la red, son las famosas estafas. Hace ya un buen tiempo llegaron a ser el terror de los nuevos internautas, pero al parecer recientemente están volviendo a causar estragos, es por ello que mientras mejor estés informado son menos las posibilidades de caer en una de ellas.
La parte complicada de evitar ser engañado en la inmensidad de la red, es conocer todas las formas en que una persona podría perjudicarte. Los navegantes con años de experiencia en multitud de sitios conocen los indicativos de los fraudes más comunes, como anuncios repentinos de que ganaste un viaje, sitios que te ofrecen conocer chicas cercanas, premios que ganaste por ser el visitante numero un millón etc. Sin embargo, incluso ellos podrían caer en nuevas formas de estafas, ya que el ser humano tiene un potencial infinito para la adaptación, incluyendo aquellos que maquinan las estafas.
[adinserter block=»1″]Estas personas que ansían poseer tu información personal o dinero no se detendrán hasta lograrlo, utilizando el método que sea necesario. Pueden intentar falsificar correos, haciéndose pasar por personas o corporaciones importantes, de igual forma hacen uso de publicidad engañosa para ver si alguien engancha el anzuelo o por otra parte pueden tratar de obtener tu número telefónico para posteriormente extorsionarte.
Las consecuencias de caer en este tipo de estafas pueden ser nefastas, hay casos de personas que han perdido miles de euros comprando un producto que nunca existió, pagando el rescate de una persona que nunca estuvo en peligro e incluso intentando complacer a supuestas celebridades que necesitaban un poco de dinero prestado. Podrá sonar como algo que solo pasa en películas y a personas extraordinariamente inocentes e ilusas, pero la verdad es que te podría pasar con suma facilidad, ya que muchos de estos engaños son realmente convincentes.
Otros modelos de estafa que se han ido adaptando con el tiempo, son aquellos que ocurren en las redes sociales. No hay que ser un genio para visualizar como en plataformas con millones de usuarios, los cuales le dedican al menos un promedio de dos horas al día, pueden ser exitosas las carnadas de los engaños.
En Facebook siempre hay que tener cuidado con las publicidades ocasionales que nos aparecen en los costados y en el inicio. Además del spam que puedan publicar cuentas que se vean afectadas por archivos maliciosos. Es también común que, al entrar en nuestro Facebook desde un enlace no oficial, nuestra cuenta se vuelva vulnerable.
En el caso de Instagram y Twitter el formato de estafas tiende a ser distinto, en estos sitios son muy populares las cuentas falsas, las cuales tienden a publicar contenido extremadamente atractivo para cierto grupo de personas. El motivo de este contenido casi siempre será hacer que la persona que lo observe de clic en algún enlace malicioso con el cual pueden robar su información o ingresar a la cuenta sin que la persona se dé cuenta.
[adinserter block=»1″]¿Cómo saber si me están estafando por Internet?
Al ser tantas y tan diversas las estafas, solos conocer unas cuentas de ellas, aunque útil, no te servirá para navegar con tranquilidad en todo momento. Para mejorar entonces tus probabilidades de no caer en engaños, tienes que comprender un par de cosas.
La primera es que, si algo parece muy bueno como para ser cierto, probablemente lo es. El truco más viejo del manual de estafas es el de ofrecer algo que a la persona promedio le pueda resultar imposible de rechazar. Ejemplos de esto pueden ser viajes gratis, automóviles de lujo que místicamente ganaste en un sorteo de internet en el cual nunca te inscribiste y demás cosas que deberían resultar sospechosas.
La segunda y probablemente la más complicada, es que se debe tener mucho cuidado con los sitios y personas a los cuales les confiamos nuestra información personal o permisos de nuestras cuentas. Hay sitios que te pedirán que ingreses tu correo electrónico, hasta ese punto es aceptable si confías en la fiabilidad del portal, pero más allá de eso dar información como la clave de tu email, redes sociales, tarjeta de crédito, es algo que nunca debes hacer.
Finalmente, no caigas en engaños como las versiones alternativas de redes sociales u aplicaciones populares, al no tener información suficiente de sus desarrolladores nada te asegura que no sean personas con motivos maliciosos. La prudencia es lo único que puede salvarte de pasar un mal rato en internet.
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