El comportamiento de los niños es un tema que con frecuencia despierta dudas en los padres, especialmente si observan en ellos ciertos problemas de concentración, altos niveles de energía que, ni con toda la actividad física y mental que realicen, se agota, entre otros rasgos que los hacen pensar en que quizás sus hijos son hiperactivos.
Para salir de la incertidumbre y dar pasos firmes en la dirección indicada en favor del desarrollo de tu hijo, aquí te brindamos la información que requieres.
Niños hiperactivos cómo reconocerlos
Vale decir en primer lugar que se suele hablar del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tenemos un artículo donde hablamos acerca del déficit de atención, condiciones que no necesariamente se manifiestan de la misma forma y en la misma proporción.
Un niño puede ser más hiperactivo y tener menos tendencia a la falta de atención. Por ello los clasifican en tres tipos:
- Predominantemente inatento.
- Predominantemente hiperactivo.
- Impulsivo o combinado.
Síntomas de hiperactividad e impulsividad
Los síntomas de hiperactividad e impulsividad en un niño tienen que ver con las siguientes características:
- El movimiento constante de los pies o las manos, así como retortijones del cuerpo mientras se encuentra sentado
- Dificultades para mantenerse sentado en un mismo sitio, por ejemplo en el salón de clases o en el comedor
- Se mantienen en constante movimiento, incluso mientras hace otras tareas.
- Se desplaza de un lado a otro, se trepa de lo que consiga a su paso hasta en situaciones inapropiadas
- Habla en exceso o de forma muy rápido o repetitiva.
- Interrumpe las conversaciones, especialmente para responder apresuradamente si se le pregunta algo
- Le cuesta esperar su turno, sea en la conversación o en alguna otra actividad que lo amerite.
- Irrumpe en las actividades realizadas por otras personas.
El asunto es que este tipo de características pueden estar presentes en otros niños sin problema alguno de hiperactividad, por lo que lo primordial es observar la frecuencia de tales comportamientos.
¿Cómo saber si mi hijo es hiperactivo o inquieto?
Lo más recomendable para corroborar si tu hijo padece de TDAH es recurrir a un especialista, pues sólo este con el conocimiento especializado que posee podrá develar si realmente es esta su condición o si su conducta se debe a otro tipo de problemas como un trastorno de aprendizaje, depresión o ansiedad, por mencionar algunas posibilidades.
Las indagaciones sobre este tema deben realizarse en función del comportamiento del niño en su vida cotidiana, en los distintos contextos en los que se desenvuelve: su hogar, la escuela u otros espacios donde entre en interacción con adultos y/o niños (lugares de recreación, por ejemplo).
Para definir si el niño presenta problemas de hiperactividad, los médicos recurren a guías como el Manual de Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Siquiatría (APA), que brinda la información estándar sobre el patrón de conducta de quienes sufren de TDAH.
Un niño inquieto o nervioso no es un niño hiperactivo necesariamente.
❯❯❯ Un niño hiperactivo pone de manifiesto su conducta en todos los ámbitos de socialización, le cuesta adaptarse, controlar sus impulsos y mantenerse centrado en una actividad, y su rendimiento se ve francamente afectado, por ejemplo en la escuela, por lo cual se dice que tienen problemas de aprendizaje.
❯❯❯ Mientras que un niño inquieto no presenta un malestar psicológico significativo, no muestra como constantes esos rasgos antes descritos, solo tiene exceso de energía, pero puede controlar sus impulsos y sus emociones, pese a que por momentos no se concentre en algo o no preste atención.
Puede que simplemente algo no le interese tanto, que se sienta aburrido, que desee jugar en lugar de sentarse a hacer tareas, pero bien puede comportarse acorde al contexto si se le trasmiten buenos hábitos y se le motiva correctamente.
¿Se puede saber si un bebé es hiperactivo?
Los pediatras del desarrollo y el comportamiento, los neuro-pediatras, psicólogos y psiquiatras infantiles, son los profesionales más calificados para orientarte al respecto. Pero si podemos adelantarte que diagnosticar a un bebe como hiperactivo sería un total desacierto, pues es a partir de los 7 años de edad (edad escolar) que puede asomarse tal diagnóstico.
Generalmente, los bebés son inquietos, se mueven o agitan, arman berrinches y les dan rabietas con cierta frecuencia que no son sino sus formas de expresarse, de comunicar que tiene hambre, que le incomoda la ropa, que siente calor, que tiene sueño.
Puede que algunos requieran de mayor atención que otros, es decir, que son bebés de alta demanda, exigen a sus padres o cuidadores más dedicación. Esos niños se encuentran en pleno proceso de desarrollo de la personalidad y apenas entran en el mundo para ir desarrollando mecanismos de autoregulación.
Así que si tu bebé llora con mucha frecuencia, se despierta con facilidad, no se queda tranquilo en el portabebé o en la silla de comer, etc. no pretendas ni permitas que otro te diga que padece de TDAH, pues es muy temprano para saberlo.
Recuerda que lo fundamental es el diagnóstico y el tratamiento temprano de la hiperactividad (conductual y/o farmacológico), pero que para ello es imprescindible contar con la ayuda de un buen especialista, que pueda oriente las acciones en lo cotidiano, tanto en el entorno familiar como en los otros espacios de socialización del niño, para contribuir realmente a mejorar su comportamiento.
▷ De todos modos y como siempre, en caso de que creas que suceda algo extraño, visita a un profesional especializado para que pueda ayudarte.