El ambiente, o más bien dicho, la contaminación del aire exterior, es una de las principales causas de muerte y enfermedad a nivel mundial. Las consecuencias de estas enfermedades van desde el aumento de los ingresos en los hospitales y las visitas a las salas de emergencia, hasta el aumento del riesgo de muerte prematura.
La contaminación del aire ambiente en todo el mundo es la causa:
- 29% de todas las muertes y enfermedades por cáncer de pulmón.
- El 17% de todas las muertes y enfermedades por infección respiratoria inferior aguda.
- El 24% de todas las muertes por accidente cerebrovascular.
- El 25% de todas las muertes y enfermedades por cardiopatía isquémica.
- El 43% de todas las muertes y enfermedades por enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
¿Cuáles son los mayores contaminantes?
Los contaminantes con mayor evidencia de preocupación para la salud pública incluyen las partículas de materia (PM), el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre.
Los riesgos para la salud asociados a las partículas de menos de 10 y 2,5 micras de diámetro (PM10 y PM2,5) están especialmente bien documentados. Las PM son capaces de penetrar profundamente en los pasajes pulmonares y entrar en el torrente sanguíneo causando impactos cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios.
En 2013, fue clasificada como causa de cáncer de pulmón por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS. También es el indicador más utilizado para evaluar los efectos en la salud de la exposición a la contaminación del aire ambiente.
En los niños y los adultos, la exposición a corto y largo plazo a la contaminación del aire ambiente puede dar lugar a una reducción de la función pulmonar, a infecciones respiratorias y al agravamiento del asma.
La exposición de una mujer embarazada a la contaminación del aire ambiente se asocia con resultados adversos en los nacimientos, como el bajo peso al nacer, los nacimientos prematuros y los nacimientos en edad gestacional pequeña.
Las nuevas pruebas también sugieren que la contaminación del aire ambiente puede afectar a la diabetes y al desarrollo neurológico de los niños.
Teniendo en cuenta que el número exacto de muertes y discapacidades por muchas de las afecciones mencionadas no se cuantifican actualmente en las estimaciones actuales, con pruebas cada vez mayores, se prevé que la carga de morbilidad por la contaminación del aire ambiente aumente en gran medida.
[adinserter block=»7″]Cómo evitar las enfermedades infecciosas
Puedes disminuir el riesgo de infectarte a ti mismo o a otros con las siguientes recomendaciones:
- Lávate las manos a menudo. Esto es especialmente importante antes y después de preparar la comida, antes de comer y después de usar el baño.
- Vacúnate. La vacunación puede reducir drásticamente tus posibilidades de contraer muchas enfermedades. Mantén al día tus vacunas recomendadas.
- Usa un humidificador. Muchos se preguntan para qué sirve un humidificador, y lo cierto es que puede ayudar a aliviar las molestias producidas por ejemplo por resfriados o gripes, entre otros muchos más beneficios.
- Usa los antibióticos de manera sensata. Toma los antibióticos sólo cuando te los prescriban. A menos que se indique lo contrario, o a menos que seas alérgico a ellos, toma todas las dosis prescritas de tu antibiótico, incluso si comienzas a sentirte mejor antes de haber completado la medicación.
- Quédate en casa si tienes signos y síntomas de una infección. No vayas al trabajo o a clase si estás vomitando, tienes diarrea o tienes fiebre.
- Sé inteligente en la preparación de los alimentos. Mantén limpios los mostradores y otras superficies de la cocina cuando prepares las comidas. Además, refrigera rápidamente las sobras. No dejes que los alimentos cocinados permanezcan a temperatura ambiente durante un período de tiempo prolongado.
- Desinfecta las «zonas calientes» de tu residencia. Estas incluyen la cocina y el baño, y las habitaciones, las cuales pueden tener una alta concentración de bacterias y otros agentes infecciosos.
- No compartas objetos personales. Usa tu propio cepillo de dientes, peine o cuchilla de afeitar. Evita compartir vasos o utensilios de cocina.
- Viaja con prudencia. No vueles cuando estés enfermo. Con tantas personas concentradas en un área tan pequeña, puedes infectar a otros pasajeros en el avión. Dependiendo de dónde te lleven tus viajes, habla con tu médico sobre las vacunas especiales que puedas necesitar.
Con un poco de sentido común y las precauciones adecuadas, puedes evitar las enfermedades infecciosas y evitar su propagación.
Desde comosaber.blog, recomendamos siempre visitar un especialista en salud siempre que se perciban algunas alteraciones o malestar que pueda estar relacionado a una exposición contaminante.
Esperamos que te haya servido este artículo.
[adinserter block=»1″]