Notar si coincidimos con alguien adicto a las drogas no es tan fácil como pensaríamos. Lo síntomas típicos de ojos constantemente rojos, palidez y demás pueden ser algo exagerados o quedarse cortos a la descripción.
La obsesión con drogas, conocida como trastorno debido a consumo de sustancias, es una enfermedad. Afecta directamente tanto al comportamiento como al cerebro de un individuo. Marihuana y sustancias más «comunes» como el alcohol o nicotina van incluidas en el grupo de drogas.
No existe una manera específica de adquirir esta enfermedad. Inicia de distintas maneras, desde uso experimental con drogas en ambientes sociales, hasta volverse adictivo para personas que la usan de vez en cuando.
Dependiendo la intensidad de droga usada, el riesgo a caer en adicción con mayor rapidez crece. Las drogas con más posibilidad de arrastrar a alguien en el mundo de las adicciones, son los analgésicos opioides.
Continúa leyendo para tener cómo saber si una persona consume drogas a simple vista.
Señales para distinguir a un adicto a las drogas
[adinserter block=»7″]Reconocer a un adicto es un proceso lento. Cuando comienza la enfermedad, es casi imposible reconocer los pequeños cambios que se van manifestando. Ocurre tan despacio, que por poco el mismo afectado ignora lo que sucede.
Sin embargo, una alerta imposible de ignorar son cambios en el comportamiento o rutina diaria. El estilo de vida se transforma para adaptarse a la nueva dependencia. La persona que conocías, puede desaparecer totalmente.
Pero, recuerda las excepciones: aquí veremos una lista general, resaltando lo más habitual. Cada droga tiene sus propios efectos secundarios, dependiendo el abuso, uso y adicción en cada organismo individual.
Veamos esas señales:
1. Cambios en la apariencia física
Quizá entre los cambios más típicos, pero también parte de los más sencillos de reconocer, sea la visible decadencia en el físico de la persona.
Es sencillo notarlo por la carencia de higiene y señales de cansancio, como las ojeras notorias. Todo se junta hasta conseguir una apariencia física muy desmejorada.
[adinserter block=»6″]La delgadez es común como síntoma, señalando la falta de apetito por el excesivo consumo de droga. Siendo inusual, está el momento cuando los afectados tienen la necesidad de comer.
Falta de sueño es otro efecto secundario del uso, presentando inconvenientes al intentar dormir con tranquilidad.
Las horas de sueño se encuentran invertidas, pero cuando lo consiguen solo puede ver sueños que le mantienen nervioso o pesadillas directamente.
En la mayoría de ocasiones, sus pupilas están dilatadas, inyectados en sangre, amarillos o vidriosos. Usar de la noche a la mañana gotas para la vista como Colirio o gafas, puede ralentizar la detección de la enfermedad.
Es común observar sangrado de nariz con resfriados largos que parecen nunca irse, acompañados de las fosas nasales siempre congestionadas. Otros malestares son:
- Fuerte sudor imposible de eliminar
- Dificultad para comunicarse mediante el habla
2. Nueva personalidad
Se trata de una señal singular, fácil de detectar por la nueva actitud voluble que asume el individuo.
Las personas adictas a las drogas cambian de humor constantemente, portando un carácter de fácil irritación. Es normal que discutan ante cualquier cosa, por más insignificante que sea.
[adinserter block=»5″]Tiende a aislarse de familia y amigos, volviéndose antisocial. Lo que antes podría parecerte la persona más alegre, puede sumergirse en la depresión, siendo sombría ante los ojos de muchos.
Está en constante actitud sospechosa o nerviosa, como ansioso por algo. Procura mantenerse encerrado, ajeno al mundo exterior y su familia. Algunos pasan a esconder cosas, desde objetos hasta información.
3. Cambios cognitivos negativos
El afectado, además de aislarse y volverse un mentiroso nervioso, tiene seria dificultad para prestar atención a cualquier cosa.
La memoria a corto plazo consigue borrarse, haciéndole imposible recordar hasta las cosas más pequeñas.
Conversar con este tipo de personas no es más interesante de lo que pensabas, considerando el poco pensamiento adquirido por el vicio.
Se convierten en personas distraídas, prefieren estar solos. En ocasiones, son incapaces de concentrar la mirada al hablar con un individuo.
4. Hábitos distintos
Interés que antes podría haberse manifestado por conversaciones o responsabilidades, ya no figuran como parte de su comportamiento. La falta de emoción es una característica notoria en lo cotidiano.
[adinserter block=»6″]Te será sencillo comprobar si la persona deja de practicar cosas que antes disfrutaba, como yoga. Alguna rutina activa llevada a cabo, quedaría desplazada ante el nuevo desinterés. Si el individuo tiene un horario laboral o académico, el bajo rendimiento será difícil de disimular.
No le apetece hacer nada donde deba estar especialmente activo, comportándose solitario como otras veces.
Básicamente, su desempeño en cualquier área que antes habría sido brillante, pierde la emoción y toda la dedicación ante el nuevo problema.
5. Problemas para sociabilizar
[adinserter block=»1″]Presenta una actitud hostil, mientras la irritación siempre se encuentra activa en cada una de sus interacciones, ignorando de quién se trate.
Haciendo uso de su nueva personalidad voluble, deteriora las relaciones que tenga con constantes peleas por cosas sin importancia.
Aislarse le es sencillo, sin importar por cuánto tiempo sea. En caso de tener amistades, serán en torno al nuevo círculo de narcóticos.
Estas personas adictas, logran tener ciertos problemas con facilidad: desde multas hasta detenciones. Gracias al nuevo comportamiento de distinguirse entre las figuras de autoridad y revelarse, partiendo de padres a jefes laborales.