Cómo saber si tengo una hernia

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Una hernia es producida cuando parte de un órgano sale hacia afuera de la cavidad que lo contiene. Esto se denomina protrusión. En algunos casos es indolora, pero puede llegar a ser muy dolorosa y sus consecuencias pueden ser muy graves.

Te invitamos a conocer más acerca de esta condición, sus síntomas, en que lugares puede ocurrir y sus tratamientos.

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¿Cómo detectar una hernia?

Si esta condición se produce cuando no existe dolor, molestia o inflamación, es muy difícil detectarla. En el caso de la hernia discal, el dolor llega a ser muy agudo, y eso facilita su diagnóstico.

En otros como la hernia en el ombligo (que se produce al momento del parto) son indoloras y detectarla es muy sencillo. Aunque no hay necesidad de tratamiento, ya que no trae consigo ningún inconveniente en el futuro.

En una etapa avanzada la protrusión del tejido u órgano, genera mucho dolor o molestia y allí se puede detectar de una manera más sencilla. Basta con localizar las protuberancias, hinchazón o dolores directos en la zona que permiten la posibilidad de un rápido tratamiento o cirugía.

Con la información necesaria, a través del tacto o con ayuda de imágenes, un doctor puede comenzar a tratarlas rápidamente y así evitar que el problema sea agrave.

A continuación, te ofrecemos una serie de síntomas que sirven para identificar los tipos de hernias que puede producirse en el cuerpo.

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Cómo saber si tengo una hernia discal

Los síntomas de una rotura en la zona de los discos son:

  • Dolor en los brazos y piernas. Si el disco se encuentra en la parte baja de la espalda, dolor más intenso se produce en los glúteos, muslos, pantorrillas y pies.

Si el disco se encuentra entre las vértebras más altas, el dolor generalmente será más intenso en los hombros y en los brazos. Este dolor se puede disparar hacia los brazos o las piernas y se puede extender hacia la columna vertebral en ciertas posiciones.

Entumecimiento. Las personas generalmente sienten entumecimiento u hormigueo en la parte del cuerpo que se nutre de los nervios afectados.

  • Los músculos que se nutren de los nervios afectados tienden a debilitarse. De esta manera pueden aparecer tropezones espontáneos y pérdida de fuerza repentina.
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Cómo saber si tengo una hernia abdominal

Estas se presentan cuando parte de algún órgano o tejido protruye a través de un punto debilitado en la pared muscular alrededor del abdomen.

Las protrusiones abdominales son comunes, aunque no necesariamente signifiquen un peligro para la salud. Algunas se descubren examen de rutina. Sin embargo, lo más común es que los pacientes vean bulto.

Cuando esta produce mucho dolor, se debe iniciar un tratamiento quirúrgico para restaurar los tejidos inmediatamente.

Hernias en el estomago

Son las que conocemos como hernias de hiato.

El hiato diafragmático es la barrera anatómica que separa el esófago del estómago.

Si se desplaza el estómago hacia el tórax, la barrera pierde su efectividad y el contenido gástrico puede pasar al esófago. Por lo tanto, la existencia de una hernia de hiato favorece el reflujo.

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Su diagnóstico también se basa en los dolores, y su tratamiento requiere de la aplicación de fármacos, y en una etapa más avanzada, de una exploración endoscópica.

Esta condición es más frecuente en personas de 50 años en adelante, aunque se dan en todas las edades.

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Cómo saber si tengo una hernia inguinal

Existen dos tipos diferentes dentro de esta zona: Las de ingle y las femorales.

Las inguinales son las más comunes, y se presentan con más frecuencia en los hombres. El punto débil es el canal.

  • En los hombres este canal se encuentra donde el cordón espermático sale del abdomen.
  • En las mujeres, este aloja un ligamento que sostiene al útero en su sitio.

Existen casos en los que estas protrusiones se produzcan en el nacimiento y en niños, no obstante, lo más probable es que no se desarrollen hasta la adultez por el envejecimiento de los músculos y la tos crónica entre otras causas.

Las hernias femorales son mucho menos comunes y se frecuentemente en las mujeres mayores. Se forman a lo largo del canal que lleva los principales vasos sanguíneos (la arteria y vena femorales) hasta el muslo.

La mayoría de las veces, no hay ninguna causa clara de ella y se puede convivir con ella la mayor parte de la vida.

Además, pueden presentarse en el nacimiento, así como las inguinales, y tampoco se notan hasta un periodo de mayoría de edad.

Dentro de las causas de esta hernia podemos mencionar:

  • Obesidad
  • Estreñimiento crónico
  • Tos crónica
  • Uso excesivo de la fuerza
  • Esfuerzo para orinar debido a una próstata agrandada
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Cómo saber si tengo una hernia lumbar

Por lo general, la hernia de disco es el resultado del desgaste gradual, llamado degeneración de los discos. con el paso del tiempo, los discos vertebrales pierden el líquido que alojan y los hace flexibles. de esta manera se vuelven más propensos al desgarro o a la rotura.

Es muy común que se realicen ejercicios de fuerza, haciendo uso de los músculos de la espalda en lugar de los de las piernas. Esto puede producir una hernia de disco, al igual que doblar o girar mientras se realiza este esfuerzo.

Una situación traumática poco frecuente como una caída o un golpe en la espalda puede causar una hernia de disco.

A veces las personas que sufren de esto no pueden ni siquiera señalar con exactitud la causa de la hernia de disco. Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de tener una hernia de disco son:

  • El exceso de peso. El cual genera presión adicional en los discos de la zona lumbar.
  • La profesión. Las personas que hacen trabajos con exigencia física corren mayor riesgo de tener problemas de espalda. Las acciones repetitivas que implican levantar o empujar objetos, inclinarse de costado o girar el cuerpo también pueden aumentar el riesgo de sufrir una hernia de disco.
  • La genética. Algunas personas heredan cierta predisposición a sufrir una hernia de disco.
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