Según la Organización Mundial de la Salud podemos considerar como discapacidad cualquier limitación o dificultad que una persona tiene para realizar una actividad con normalidad. Esta discapacidad, se caracteriza por la carencia o falta de la capacidad para realizar una actividad rutinaria considerada normal, puede ser temporal o permanente, reversible o no.
El término discapacidad suele ser muy extenso, y a veces ser un tabú para muchas personas y familiares, que lo pueden percibir como una minusvalía o incapacidad del individuo, pero nada más lejos de eso, el término se utiliza para expresar el grado de afectación para ejecutar actividades, que necesitan ciertas habilidades y destrezas.
El grado de discapacidad se expresa en medidas de porcentaje y es establecido usando criterios técnicos homologados y fijados por la Administración Pública, en él se aprecian tanto las discapacidades que presenta una persona como los factores sociales complementarios (entorno familiar, laboral, educativa y cultural) que pueden dificultar su integración social.
[adinserter block=»5″]Es necesario realizar varias pruebas físicas, psicológicas incluyendo pruebas sensoriales que permitan establecer el grado de discapacidad que presenta una persona, la valoración debe hacerse por un equipo multidisciplinario, integrados por médicos, psicólogos, trabajadores sociales, ya que las habilidades humanas son particulares en cada individuo, la valoración debe ser integral.
Actualmente los responsables de certificar el grado de discapacidad de acuerdo a los diferentes informes son las Comunidades Autónomas o el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales a través de diferentes instituciones asociadas. Estos organismos deben establecer las revisiones regulares al grado de discapacidad establecido en el momento que se considere necesario, pero mínimo debe actualizarse cada dos años. Estas valoraciones permitirán evaluar la mejoría en el mejor de los casos o ajustar el grado de discapacidad establecido originalmente.
Pudiéramos hablar de discapacidad física, mentales y sensitivas, pero nunca podemos pensar en blanco o negro con estas terminologías, ya que dentro de cada clasificación existe todo un espectro, y cada individuo junto a su personalidad muestra características distintas en cada caso.
¿Cómo saber el grado de incapacidad que tengo?
El grado de discapacidad lo determina un médico utilizando su criterio, su examen físico y pruebas de diagnóstico (IRM, tomografías computarizadas, rayos X, etc.). A veces, el médico manifestará su nivel de discapacidad como un porcentaje como 25%, 39%, 50%.
Cuando a una persona le es establecida una discapacidad, el número de discapacidad no sólo significará que tanto pudiera estar afectado para hacer ciertas actividades, sino cuál es el monto que le corresponde como compensación semanal como trabajador discapacitado.
Una persona completamente sana, y sin ningún tipo de afección para realizar sus actividades, se dice que tiene un porcentaje de discapacidad del 0%, mientras por ejemplo una persona que recién sale de una cirugía de columna, al inicio de su reposo tendrá 100% de discapacidad porque no puede ejecutar las actividades regulares que realizaba para la empresa donde laboraba.
Las discapacidades pueden ser temporales o permanentes, en el ejemplo anterior de una persona operada de columna, se espera que a medida avance en su tratamiento y terapias, recobre su habilidad para realizar las actividades que estaban estipuladas en su contrato, pero en otras ocasiones puede resultar que la capacidad resulte en una discapacidad parcial o total, lo que implicaría en caso se ser total, un 100 % de discapacidad y de compensación.
Cuando una persona se mejora o se recupera de una discapacidad temporal, y alcanza por ejemplo un 50% de mejoría, pero luego no tiene avance, el médico que lo evalúa podría decirle que ha alcanzado la «Mejora médica máxima» (MMI), lo que significa que no mejorará. En ese momento, su médico podría opinar sobre su nivel de discapacidad «permanente», lo que significa un nivel de discapacidad que no se espera que cambie con el tiempo.
Sea cuál sea su caso, lo importante es recurrir a un especialista médico que pueda evaluar su caso, y que a nivel de seguridad social esté bien asesorado (cómo pedir el NUSS de mi hijo).