Tener un diamante en la mano es todo un lujo, pero se convierte en toda una tentación corroborar si es real o no. Aquí te daremos las claves para que tú mismo puedas comprobarlo, sin tener que ir necesariamente a verificarlo con un joyero experto.
Un diamante no es otra cosa que carbono cristalino y es el mineral más duro que hasta ahora se conoce en nuestro planeta. Es una piedra preciosa sumamente costosa, por lo que resulta conveniente conocer su autenticidad cuando se le tiene en la mano.
¿Como saber si una piedra es diamante?
[adinserter block=»5″]No faltan personas tramposas o falsas ilusiones, que pueden resultar parecerse a un diamante pero realmente ser un tipo de piedra especial: Topacios incoloros, cuarzos cristalinos, fenaquitas y circonitas, son del tipo de minerales que pueden hacerse pasar por diamantes, si no son sometidos a un ojo experto.
Para saber si una piedra es diamante, puedes valerte de tres propiedades elementales que no te exigirán contar con las herramientas de un gemólogo para poder detectarlas:
El brillo y el reflejo
El brillo tiene que ver con los destellos o intensidad de la luz que se refleja en la piedra y que se debe al corte de la misma. Así que al someterla a una fuente de luz, deberás observar la fuerza de su brillo.
Por otra parte, verifica si la piedra bajo una minuciosa observación, desprende reflejos grisáceos. Aunque el diamante es de color amarillento, mientras más tendencia tenga a verse transparente más valioso es, pero lo cierto es que la luz que se refracta o refleja sobre éste debe ser de tonalidades grises, nunca de colores.
Calor, frío y dureza
Un diamante, al ser sometido a una fuente de calor por unos 30 segundos y luego ser sumergido en agua fría, no debe cuartearse o romperse, debería permanecer intacto. Es un material super resistente y esta prueba es de las más fiables.
Refracción y capacidad de lectura
Si colocas un diamante sobre un texto escrito (libro, periódico, etc.), no podrás leerlo a través de éste. En caso de que puedas distinguir algo del texto con el diamante de por medio, quiere decir que es una falsificación de la piedra preciosa en cuestión. Un diamante verdadero refracta o dobla la luz que los atraviesa.
Limpieza y claridad
Si colocas un diamante frente a tu boca y exhalas para tratar de empañarlo con tu aliento, notarás que si es real, este mineral no se empañará fácilmente, pues de manera instantánea se aclara, es decir, el calor que le imprime la corriente de aire se dispersa de forma inmediata.
La densidad del mineral
Si haces la prueba de dejar caer el mineral en un recipiente, por ejemplo u vaso, lleno de agua y se hunde, quiere decir que es un diamante, ya que las imitaciones flotan o no tocan el fondo, se quedan a medio camino.
Como saber si es un diamante en bruto o un cuarzo
[adinserter block=»7″]Los destellos de luz son fundamentales para diferenciar un diamante en bruto de un simple cuarzo. Tal como ya te comentamos, su brillo es intenso. Puedes iluminar su interior y verás como el diamante brilla muchísimo más, mientras el cuarzo es más opaco.
La refracción de la luz igualmente en el cuarzo reflejará un arcoíris, no tonalidades grises como si lo hará el cuarzo.
❯❯❯ En cuanto al calor, el cuarzo se agrieta y rompe si es sometido al calor de fuego directo y de inmediato al agua fría, debido a que su resistencia se ve afectada por el rápido paso de la expansión a la contracción.
❯❯❯ Por supuesto que si cuentas con la posibilidad de someter al ojo experto de un joyero profesional o gemólogo, tendrás muchas más posibilidades de conocer la autenticidad del mineral, pues no sólo cuentan con el conocimiento especializado, sino que tienen seguramente a la mano diversos instrumentos que le permitirán ayudarte en tu indagación y salir de dudas.
❯❯❯ Desde microscopios, balanzas de alta sensibilidad, pruebas con luz ultravioleta, rayos X, hasta herramientas apropiadas para las pruebas de calor, estarán para reforzar lo que pueda determinar a simple vista, ya que podrá sondear otras propiedades físicas y químicas.
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