Hablar en público supone poner en práctica tus habilidades discursivas. Constituye todo un arte, y en la medida que lo desarrolles, se te abrirán puertas al éxito en todos los ámbitos de tu vida. Aquí te daremos los tips más importantes de la buena oratoria, para que aproveches al máximo tu potencial comunicativo.
- Organiza tus ideas: antes de hablar, piensa bien lo que quieres expresar, estructura tus pensamientos, establece prioridades para dar lugar a lo sustancial, si ordenas tus ideas, seguro podrás expresarte con mayor claridad.
- Fundamenta tus planteamientos: Debes poder argumentar responsablemente todo lo que digas. Fundamenta tus ideas, documéntate, infórmate bien del asunto del que vas a hablar.
- Muestra ecuanimidad: controla tus emociones, muéstrate equilibrado, sereno, trasmitirás tu mensaje si predisponer a los interlocutores.
[adinserter block=»6″] - Adopta una postura neutra: tu postura corporal es clave para mostrar seguridad. Un buen orador asume una postura centrada, procura mantener el tronco erguido, las piernas firmes, sin mostrar tensión o rigidez, pero sin languidez. Gesticula con claridad, mueve tus brazos y manos al hablar, pero sin excesos para no distraer o estresar al oyente-observador.
- Aplica la economía del lenguaje: administra las palabras para evitar repeticiones, prescinde de las muletillas, el escucha agradecerá tu capacidad de síntesis, lo que no significa dejar cabos sueltos o ideas escuetas.
- Adecúa tu discurso a cada contexto: cada situación comunicativa demanda el uso de un repertorio acorde al contexto. Si hablarás sobre un asunto laboral o profesional en una reunión formal, por ejemplo, usarás ciertos tecnicismos propios del campo y tendrás que prescindir de palabras coloquiales que quizás tienen más cabida entre amigos o familiares.
- Muestra seguridad, no arrogancia: Procura ser modesto. Habla con humildad y honestidad, dirígete con respeto a los otros, no hagas alarde de tus conocimientos ni menosprecies los ajenos. Sé comedido con tus palabras, úsalas con naturalidad, sin prepotencia.
[adinserter block=»6″] - Confía en tu potencial: Tu autoestima es importante. Cree en ti mismo, reconoce tus capacidades, asume con seguridad cada reto que se te imponga al hablar en público. Erradica miedos o pensamientos negativos que te hagan dudar de tus conocimientos. La Programación Neurolingüística es una buena aliada: “puedo hacerlo bien”, “Tengo las habilidades para…”, “confío en mí mismo”, “soy capaz de lograrlo”, etc.
- Usa el atuendo apropiado: Cuando vas a pararte frente a otros, debes sentirte cómodo contigo mismo y con lo que elegiste llevar puesto. No puedes ocupar tu mente en pensar si alguna prenda se te ve bien o si se salió algo de lugar. Escoge ropa cómoda y acorde a la situación. No solo las prendas de vestir son importantes, también tu aseo, tu peinado, no olvides que lo primero que presentas ante los demás es tu apariencia física.
[adinserter block=»6″] - Ajusta tu tono de voz y velocidad expresiva: Esmérate por impostar bien tu voz, proyectarla y graduarla según las condiciones acústicas del auditorio, si usas o no micrófono. Puedes preguntar al inicio de tu exposición si todos te escuchan claramente. Evita hablar muy rápido o muy lento, administra tus pausas, tu velocidad expresiva será determinante para que comprendan lo que dices.
- Conéctate con tu público: Una frase anecdótica, una cita célebre, una pregunta generadora, son buenos recursos para iniciar o cerrar un discurso. Verás cómo tus interlocutores se conectan contigo.
- Modera el uso de recursos multimodales: Puedes valerte de recursos visuales, sonoros u otros que nutran tu exposición, pero no exageres para no distraer la atención o saturar a tus interlocutores. Por ejemplo, las láminas de Prezi, Power Point u otro soporte, pueden ser útiles si administras el contenido, colocando solo lo indispensable.
Por qué es importante saber hablar en público
Un buen orador tiene un camino abierto de posibilidades. Tu seguridad expresiva es garantía de que tus relaciones en cualquier plano social pueden ser óptimas. Lo fundamental es que aprendas, con la práctica, a usar estas habilidades para los mejores propósitos. La comunicación es el pulmón de la vida en sociedad, por ello, si aprendes a hablar en público, tanto en ámbitos formales como informales, personales, profesionales, académicos, laborales, y en cualquier otro terreno en el que desees destacarte, sin duda serás una persona exitosa.
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