Si te interesa cómo saber si mi abogado me está engañando es porqué sospechas de las habilidades de un profesional del derecho para que nos asista en asuntos de índole legal, jurídicas o afines.
Es una pregunta difícil de responder en términos individuales, pero en términos generales podemos tomar ciertas previsiones para sentirnos más seguros. En este artículo se ofrecen algunas sugerencias a tomar en cuenta a la hora de elegir a un abogado.
Debemos partir del hecho cierto que la profesión de abogado no está conformada por personas peores o mejores que en otras profesiones, lamentablemente están poco o mal estimados. Lo que a veces sucede en algunas ocasiones, es que los resultados de un mal ejercicio de la profesión de la abogacía, puede repercutir gravemente en nuestra esfera personal, económica, jurídica o legal.
Consejos para contratar un abogado y evitar ser engañado
¿Cómo saber si tu abogado te engaña? Para contestar la pregunta de cómo saber si mi abogado me engaña, debo saber primero las responsabilidades que un abogado adquiere al asumir un caso.
- La primera responsabilidad es poner a disposición de su cliente toda la pericia y los conocimientos que tiene o ha adquirido como profesional del derecho.
- Esta actuación del abogado debe ir acompañada de una diligencia, acción o actividad para resolver el caso acorde con las necesidades del mismo.
- Debe establecer una comunicación diáfana, fluida y constante con su cliente.
- Debe tener cuidado con el secreto profesional, con la confidencialidad del caso y hacia su cliente.
- El abogado debe establecer sus honorarios profesionales de manera clara, razonable y lo más preciso posible. Para ello toma en cuenta ciertos parámetros que le ayudan a ser lo más equitativo y justo posible.
Sobre todas las cosas, ha de ser honesto, actuar con ética, ser respetuoso y confiable.
Consejos para contratar los servicios profesionales de un abogado
Contratar a un abogado es algo similar a tener un socio para un proyecto o negocio en común. Podemos comenzar por indagar acerca de la experiencia en casos similares, las veces que ha tenido éxito o fracaso. Incluso debo atender a cómo me siento en compañía de un determinado profesional del derecho, por cuanto pasaré algún tiempo en su compañía.
En principio, una vez que se haya conversado con el abogado, se debe tener claro que las metas sean las mismas, basadas en expectativas realistas y sopesadas.
Con la convicción cierta de que el abogado pondrá a nuestra disposición todos sus conocimientos empeño y dedicación, para garantizar mis derechos. Por cuanto, no podemos iniciar una relación con nuestro abogado dudando de sus capacidades y honestidad.
Aparte de las condiciones y características a la hora de elegir un abogado, debemos suministrarle:
- Los requerimientos
- Informaciones.
- Documentos.
- Todo lo que esté a nuestro alcance para que pueda realizar su trabajo lo mejor posible.
En atención a esto, debemos mantener informado al abogado en relación al caso que esté llevando, infórmale todo cuanto conozcas, deja que el abogado decida lo que es relevante o no.
Haz todas las preguntas que estimes conveniente, como la duración aproximada para la resolución de tu caso, las posibilidades de éxito y de fracaso, las veces en que el abogado reportará los avances. Indaga sobre el procedimiento, estate atento, pero no entorpezcas el trabajo del abogado, ten paciencia.
Si aún tienes dudas o crees no entender los términos explicados, solicita que te los expongan en términos más claros, más entendibles, menos técnicos, tal vez.
¿Cómo saber si mi abogado me engaña?
¿Qué puedo hacer si mi abogado me engaña? Esta es otra de las preguntas que surgen comúnmente. Se asemeja a un engaño por parte del abogado, por cuanto se supone que está trabajando y se percibe que no lo está.
Con la premisa relacionada conque que un letrado no está trabajando en nuestro caso, es menester tener mucho cuidado. Puede suceder que la angustia, desespero o incluso, desconocimiento del propio cliente, lleve a percibir que el abogado está inerte con el caso. Esta desesperación inclusive, puede llevar al cliente a pensar que el abogado está de parte del contrario.
Ambas suposiciones por regla general y en la gran mayoría de los casos, es infundada e incierta. No se niega que pueda suceder la inercia o deshonestidad de algunos abogados, pero en realidad son muy escasos los que caen en este despropósito.
Para atenuar la percepción de inercia de un abogado, es conveniente estar atento al devenir del caso, siempre sin entorpecer la labor del abogado. Se puede interrogar al letrado periódicamente, en el entendido de lo largo que en ocasiones puede resultar un procedimiento.
Estas conversaciones con el abogado también nos permiten conocer los pro y los contras de las posibles soluciones anticipadas a cada caso, los posibles acuerdos a los cuales llegar, entre otras soluciones o alternativas particulares. De manera que la comunicación entre abogado y cliente es vital en una relación de este tipo.
Teniendo presente siempre que, el abogado es quien nos brinda las alternativas y nosotros somos los que tomamos las últimas decisiones. Sobre todo en cuanto terminaciones anticipadas de un caso o juicio o de iniciar o no un juicio.
¿Cómo saber si mi abogado me ha engañado con los honorarios?
Un abogado estima sus honorarios tomando en cuenta ciertos factores. Entre ellos la dificultad del caso, el tiempo estimado para resolverlo, las posibilidades de éxito garantizado.
Por otro lado, el abogado estima sus honorarios en base a su experiencia, destreza, y el caso de que se trate.
Los honorarios profesionales de un abogado deben partir del libro o de la tabla de honorarios establecida como mínimo, por cada lugar en el cual se ejerza. Esta tabla o libro puede consultarse en el Colegio de Abogado correspondiente o en su página web.
Este libro de honorarios, sirve como base para la consulta y la fijación de honorarios mínimos. Sobre todo en los casos en los cuales no se haya establecido el convenio de honorarios. Funciona incluso, para suministrar al cliente una idea de lo que puede costar la asistencia de un abogado.
Para evitar posibles inconvenientes a la hora de pagar honorarios a los letrados, es conveniente establecer un contrato de servicios profesionales, también llamada hoja de encargo. En el contrato o convenio se deben detallar los conceptos y montos a cobrar, así como el momento en que deben ser pagados.
En estos contratos pueden establecerse los parámetros en torno a los cuales se estimarán los honorarios, sólo que éstos deben quedar suficientemente claros para ambas partes. Adicionalmente, se debe considerar las oportunidad en que surjan imprevistos, sobre los cuales se deben tomar previsiones. Como todo convenio o contrato éste debe estar suscrito por ambas partes.
Los contratos, convenios u hojas de honorarios, debidamente firmadas, así como los recibos de pago, protegen al abogado y al cliente. Al primero, para que pueda cobrar los montos y en el momento a hacer exigible su pago, al otro para conocer cuánto le cuesta su caso, cuándo y cómo pagar.
Además, tanto los convenios como los recibos de pago, constituyen los documentos principales a la hora de realizar cualquier reclamación, bien sea extrajudicial, administrativa o ante los tribunales.
¿Qué hacer si mi abogado me ha engañado?
Si después de todo un cliente tiene la firme convicción que su abogado ha violado sus deberes éticos, puede acudir ante el comité disciplinario del Colegio de Abogados al cual pertenezca el letrado.
Mediante un escrito, con los medios de prueba que estime necesarios y prudentes, deberá acudir a una audiencia en la cual se le atenderá su queja o reclamación.
De las resultas del procedimiento dependerá si el abogado sufre una reprimenda, sean públicas o privadas, orales o por escrito. Incluso, la Junta Disciplinaria que atiende el procedimiento, tiene la facultad de suspender o revocar, temporalmente o definitivamente la licencia del profesional del derecho. Dependerá de la gravedad de la falta y a la reincidencia.
Otra de las causales por las cuales se puede acudir a hacer reclamaciones contra el abogado, es cuando se le estime negligente en la atención de un caso ante los tribunales.
Estos casos se agravan cuando el cliente logra demostrar judicialmente que sufrió perjuicios monetarios por causa de la negligencia del abogado. Pudiendo acaecer una indemnización económica por demanda ante los tribunales. Puede también acontecer delitos penales por actuaciones delictivas o por faltas penales de los abogados.
No basta quejarse porque no gustó el desempeño de un abogado, es necesario alegar y probar la falta de ética ante la jurisdicción administrativa. Es menester probar la negligencia ante los Tribunales Civiles y la responsabilidad penal por violación de una norma específica o legal ante los Tribunales Penales de ser el caso.